Nuestra pedagogía y nuestra cotidianidad.

Quisiéramos hablaros acerca de nuestra actividad diaria; como observaréis en el título, podríamos dividirla en dos partes, aun cuando entre ellas apenas podrá haber diferencias: todo es pedagógico en el 0-3, tanto lo que podríamos denominar como hábitos diarios y lo que podría parecer más específicamente pedagógico: las actividades en el aula, los talleres, u otras propuestas de juego realizadas con los niños.

El objetivo que vamos a intentar conseguir es el de transmitiros la máxima información, acerca de la estancia diaria de vuestros hijos en nuestra Escuela Infantil; desde que acceden por la puerta, para comenzar la jornada escolar, hasta que finalizada la misma, las familias de cada niño los recogen hasta el siguiente día.

Y nos gustaría, por ello, aportaros el máximo detalle de esa actividad cotidiana, para que conozcáis a fondo la misma y, para que, sepáis la trascendencia que esa actividad ha de tener en su desarrollo humano. Tenéis que tener en cuenta, que la mente humana se forma en un 80%, en los seis primeros años de vida del niño; es un tiempo clave, y especialmente los tres primeros, por cuanto desde su nacimiento el niño está en constante proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos; a través del juego.

También quisiéramos haceros partícipes de los juegos que los niños realizan: en unos casos, dentro del aula; en otros, fuera de ella: en talleres u otros espacios. Con la información que os daremos, nos gustaría que los conocierais, con el fin de que, a partir de dicha información, tuvierais una idea clara sobre dichas propuestas; ya sabéis: talleres de plástica, o sobre el juego simbólico, o del cesto de los tesoros, o del juego heurístico...; nos gustaría que os familiarizarais con ellas: serán parte de la vida diaria de vuestros hijos; nos gustaría que también fuesen parte de las vuestras, porque la educación de los niños no termina al finalizar una jornada escolar: proseguirá de manera muy especial en sus domicilios; con vosotros.

NUESTRA PEDAGOGÍA

Nuestra pedagogía se basa en la unión de ideas de dos filosofías; por un lado LA EXPERIENCIA DE LOCZY- EMMI PIKLER. Budapest. (Libertad de movimiento en el desarrollo motor del niño, cuidados de calidad, actitud del adulto y bienestar);  por otra la de REGGIO EMILIA-MALAGUZZI. Italia (Importancia del espacio, la pareja educativa, grupo pequeño,  la estética, importancia de documentar los procesos del niño y  los talleres de expresión) , sin cerrarnos a otras. De todas maneras nuestra forma de trabajar no es un modelo cerrado sino un modelo abierto, en proceso, en el cual vamos añadiendo cosas nuevas o cambiando y mejorando otras , gracias a nuestras reflexiones, conocimiento de otras experiencias, nuevos cursos, nuevas lecturas…etc.

Los pilares básicos son: 


NUESTRA IMAGEN DE NIÑO: Un niño capaz, activo, al que no se le enseña sino es él mismo el que aprende por sí solo. Nuestra labor es acompañarle en su proceso y ofrecerle un ambiente seguro, tranquilo y rico junto a unas propuestas interesantes. Partiremos de  las iniciativas del niño. En la escuela EL NIÑO  es el PROTAGONISTA.



NUESTRA IMAGEN DE ESCUELA: Un escuela cercana, acogedora, transparente, habitable, documentada, comunicable en la cual los niños, educadoras, personal de la escuela y familia nos sintamos a gusto. La escuela es un lugar donde se aprende a vivir, por ello las educadoras deberemos escuchar  al niño. Nuestro rol deberá invertirse, más que hablar y enseñar tenemos que saber esperar, saber escuchar, respetar sus ritmos, observar, documentar y acompañar.


IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD AUTONOMA: El placer por la actividad autónoma es algo innato en el niño. Esta iniciativa surge de su propio interés. Cuando el niño actúa por su propia iniciativa, aprende y adquiere unas capacidades y conocimientos mucho más sólidos que si intentamos inculcar desde el exterior sus aprendizajes. Mediante esta actividad acumulan experiencias que favorecen un desarrollo armonioso.



IMPORTANCIA DE UNAS ATENCIONES DE CALIDAD Y RESPETO:


En la pedagogía cotidiana le concedemos mucho valor A LA ACTITUD DEL ADULTO. Por ello   

CUIDAREMOS  el COMO les hablamos y les decimos las cosas, COMO les miramos, COMO les tocamos, COMO les escuchamos, COMO nos acercamos..

Es muy importante que todas las acciones que hacemos con el niño las anticipemos con palabras ya que ello les aportará seguridad y confianza. Las palabras serán las justas y precisas. Por tanto la comunicación verbal será individualizada, dando valor a cada niño. Nuestra  mirada será atenta, paciente, cálida, de espera .Con esta mirada el niño mientras esté activo no se sentirá solo sino que sentirá nuestra  presencia . La suavidad en los gestos,también la cuidaremos y por ello daremos importancia a nuestras manos, nuestros gestos, cómo cogemos al niño. Los gestos han de ser suaves para que les aporten seguridad y bienestar. El bienestar depende de cómo les tocamos. A su vez también cuidaremos la escucha, una escucha empática, atentas a lo que los niños nos indican. Es muy importante para el niño tener el sentimiento que es escuchado. Y para terminar mostraremos un RESPETO hacia el niño como persona, dándoles


Confianza  para que puedan desarrollar todas sus capacidades  permitiéndole ejercer su actividad autónoma: escoger, tomar decisiones para que llegue a obtener seguridad y conquistar su autonomía.


RELACIONES DE CALIDAD  ENTRE NIÑO-ADULTO


Estas serán unas relaciones personales estables que ayudan a una relación afectiva privilegiada, basadas en un clima de confianza. Será una confianza mutua, el adulto que confía en las capacidades del niño, y el niño que confía en el adulto porque este  le cuida, le respeta y le quiere. Esta doble confianza es la base del vínculo afectivo. Una relación llena de atenciones, confianza y empatía.



EL ESPACIO COMO UN EDUCADOR MAS


En nuestra escuela al espacio le concedemos mucha importancia ya que refleja nuestra pedagogía. En el espacio todo educa, todo socializa, todo es pedagógico; desde el mobiliario, equipamiento, colores, estética, materiales, organización, ambiente, esfuerzo…por ello decimos que es un educador más .Para nosotras el espacio es UN LUGAR PARA PODER COMPARTIR, VIVIR, APRENDER… Contamos con espacios amplios, luminosos, bien pensados, acogedores, coherentes, polivalentes, seguros y cálidos. Le damos mucha importancia a la estética y por ello cuidamos mucho los materiales, los muebles, los móviles, la documentación, la manera de presentar las propuestas. Nos gusta que toda la escuela, comenzando por las aulas hasta la plaza sea atrayente para el niño. Es un espacio adaptado a los niños, no a la inversa. Este espacio lo habitamos LOS NIÑOS, EL EQUIPO PEDAGÓGICO Y LAS FAMILIAS.


EL VALOR DE LA PAREJA EDUCATIVA


Trabajamos en pareja educativa, es decir dos educadoras por aula, las cuales se reparten a partes iguales la tarea, es decir la responsabilidad hacia los niños, relación con las familias y el poder de decisión. Creemos que la pareja educativa tiene muchas ventajas tanto para el niño como para la educadora; por un lado aporta mayor riqueza al grupo ya que pueden elegir con quien estar, ofrecemos a los niños modelos de interacción y forma de conocernos diversas. La identidad se complementa para hacerse más rica, también ayuda a poder ofrecer propuestas en grupo pequeño, es decir mientras una educadora sale del aula con el grupo pequeño la otra se queda en el aula con los restantes. A nosotras ,nos ayuda  a ser mejores profesionales ya que todo hay que consensuar, mejora nuestra creatividad, compartiremos experiencias, diferentes argumentos, y nos ayudará a  observar, analizar y reflexionar las relaciones con los niños.


 IMPORTANCIA DEL GRUPO PEQUEÑO


El grupo pequeño lo forman 6 niños del aula junto a una educadora que acuden a otro espacio distinto al aula como es el taller o el dormitorio a realizar unas determinadas propuestas. Ello nos permite un mejor conocimiento de los procesos del niño, el poder observar con más tranquilidad lo que hacen y como lo hacen, el poder documentar estos momentos y el poder reflexionar sobre nuestra propuesta y mejorarla.


LA DOCUMENTACION


Documentar significa dejar constancia estética y narrada de forma visual, audiovisual o escrita de un trabajo realizado. Documentaremos  por medio de  imágenes, escritos, paneles, vídeos algunos de los procesos de los niños y para ello es necesario observar y escuchar al niño. De esta manera conoceremos más a los niños, haremos visible todo lo que viven en la escuela y podremos reflexionar sobre nuestro trabajo .



PARTICIPACION DE LAS FAMILIAS

Par nosotras es muy importante que la relación con las familias sea muy  fluída cercana, goxua  y transparente. Nos esforzamos en hacer de la escuela un punto de encuentro  entre familias, niños y personal de la escuela donde podamos compartir las inquietudes, miedos o experiencias.

NUESTRA COTIDIANIDAD


Nuestra Escuela está abierta de lunes a viernes, desde las 7:45 horas hasta las 16:15 horas; es decir, durante ocho horas y media, aun cuando los niños no pueden permanecer en la misma más de ocho horas diarias.

El horario de entrada, por otra parte, es amplio, con el fin de dar el mejor servicio a las familias, siendo desde las 7:45 horas hasta las 9:30 horas. El de salida es más complejo, ya que se ofertan tres tipos de jornada: la media jornada, sin comedor o con comedor, sería de 12:45 horas a 13:15 horas y la de jornada completa, entre las 15:00 horas y las 16:15 horas.

 
¿Cómo organizamos el tiempo de los niños, el cotidiano, el que desarrollan desde su entrada hasta su salida? Os lo contamos. Esto es un día en la Escuela:

  • Abrimos la Escuela, como os hemos indicado anteriormente, a las 7.45 horas y, desde entonces hasta las 9.30 horas, se produce la entrada y juego libre de los niños.
  • A dicha hora (9:30), comenzamos la jornada con el taller o propuesta, bien en el aula o bien en otro espacio. Además, con el fin de que las familias sean partícipes de lo que sus hijos hacen en la Escuela, y de lo que ésta puede aportarles, hemos establecido el "taller abierto" a los padres; que vengan y observen el trabajo pedagógico en talleres. Por cierto, mientras una educadora se va al taller, la otra se queda en el aula con el resto del grupo, disfrutando del juego o gozando de alguna propuesta específica a realizar en ella.
  • A las 10:00 horas, proseguimos la jornada con el corro; es uno de esos momentos muy especiales, en el que hablamos, y nos contamos aquello que nos ha sucedido de manera relevante, desde el día anterior; y vivimos nuestras emociones, nuestros sentimientos: ¿cómo estamos? ¿cómo hemos pasado la noche? ¿ha sido un sueño grato...?
  • Después, será el momento del patio o plaza, según el tiempo que haga. Intentamos salir todo lo posible, ya que el aire fresco nos viene bien a todos y encima gozaremos de las vistas que, desde aquí tenemos, algo que no deja de ser un enorme privilegio. No os perdáis un día con nieve; es algo fantástico. Los horarios de patio  son distintos, dependiendo del sector: para el aula de 0-1 años, comprende entre 10:00 a 10:30 horas; los del aula 1-2 años, entre 10:30 a 11:00 horas y, por último, los del aula de 2-3 años, salen al patio entre las 11:00 y 11:45 horas.
  • Posterior al tiempo en el patio, llega el momento de la comida; que son diferentes, una vez concluido el tiempo anterior de salida al patio: 
  • En lactantes (0-1), de 11:15 hasta las 12:15; en el aula de 1-2 años, desde las 11:45 a las 12:30 horas; y en el aula de mayores (2-3), desde las 12:00 horas a las 13:00 horas.
  • Concluido el importante tiempo destinado a la comida, los niños van a echar su siesta; después de pasar por el Baño, para el aseo correspondiente.
  • Nos acercamos al final de la jornada escolar: después de la siesta, disfrutan del juego libre, hasta que lleguen sus respectivas familias, para llevarlos a sus casas.

Esta que os hemos indicado sería la programación cotidiana, que correspondería a los niños de jornada completa; los que hacen media jornada, concluirán la misma después del patio, con el aseo y posterior juego libre en la Plaza.

Hablar de lo que hacemos en los talleres o con propuestas de juego específicas, es algo que vamos a dejar para la segunda parte de este capítulo, en la que abordaremos ampliamente este importante aspecto del día; ahora nos vamos a centrar en el resto de puntos de la actividad cotidiana, porque nos gustaría intentar explicároslos, para que vierais la enorme importancia de los mismos:

Como hemos visto antes, el día comienza con la propuesta de taller; después de la entrada a la Escuela, nos juntamos en los espacios habilitados para tal propuesta (el propio espacio del taller, los dormitorios de cada aula que, al margen de su cometido, fuera del momento del sueño, se preparan para esta actividad; a veces, el patio), los niños de los sectores 1-2 y 2-3 (cada uno en su lugar) y sus educadoras; podríamos decir que el corro constituye uno de esos momentos íntimos para compartir experiencias; para conocernos un poco mejor; el primero del día, de gran importancia:  

·         Hablamos sobre nosotros.
·         Cantamos las canciones de la Escuela.
·         Contamos cuentos, para ayudar y facilitar el lenguaje comprensivo.
·         Trabajamos la identidad: ¿cómo te llamas? ¿cómo se llaman tus padres? ¿cuál es el nombre de tu amigo? ¿dónde vives...?
·         Celebramos los cumpleaños.
·      En ocasiones, suele acudir padres, para hablarnos de sus trabajos: la enfermera nos trae su maletín, un cocinero nos prepara algo rico para comer, un músico nos deleita con sus interpretaciones, la florista nos enseña las flores y plantas de cada estación, una señora nos hace unos talos riquísimos, un aitetxi de la Residencia nos canta una canción...

·         Igualmente, las familias suelen acudir, si lo desean, a disfrutar del momento del corro.
·         Aparecemos con nuestra "maleta de las sorpresas"; como su nombre indica, es una sorpresa: está llena de ilusiones.
Con el corro pretendemos hacer algo diferente al resto del día; no precisa de grandes preparaciones y su objetivo es muy simple: estar todos reunidos para aprender a saber estar. En un espacio tranquilo, amplio y sin elementos de juego que distraigan la atención de los niños.
Antes de acceder a éste espacio, les contamos a los niños dónde vamos a ir, qué vamos hacer y qué tienen que hacer ellos. Es importante crear expectativas e interés en los niños; deseos de acudir a él.




Con el corro, el objetivo es que los niños aprendan a estar, mirar, escuchar, pararse a reflexionar y pensar.

Para ello, nos sentamos libremente, eligiendo cada uno su sitio, y si empleamos unos minutos en estar así (quietos, parados y tranquilos), estaremos consiguiendo que los niños aprendan lo que pretendemos: a estar, mirar, escuchar, pararse a reflexionar y pensar.

Saltándonos cronológicamente la parte de talleres, después de estos, toca salir al patio; de manera progresiva: comenzando por los más pequeños (0-1) y concluyendo con los mayores (2-3); cada sector tiene establecido su momento de patio: recreo.

El patio es un espacio muy importante en la Escuela Infantil: los niños necesitan pasar tiempo al aire libre, y para ello prepararemos un espacio adecuado, que cumpla esta función de esparcimiento y cambio de ambiente.

El patio lo dotamos de objetos y mobiliario, que facilite a los niños el juego libre y que faciliten las interacciones entre los pequeños; en muchas ocasiones, con la intencionalidad educativa de que los niños puedan afrontar retos y desafíos, para desarrollar su motricidad, aspecto, sin duda, de gran importancia en estas edades.

Este tiempo al que denominamos "patio" es un periodo que a mitad de la mañana, aproximadamente por las salidas diferentes de cada sector, nos tomamos los niños y los educadores para disfrutar del aire libre. Supone un tiempo sin prisas, de esparcimiento, de diversión, de cambio,  de recreo,  donde cada niño elige a qué y con quien quiere jugar y divertirse.

El tiempo meteorológico, sin duda, condiciona bastante este tiempo de patio; en caso de lluvia, nos quedamos en el interior: en nuestra Plaza, que realiza múltiples funcionalidades y sirve para disfrutar igualmente del "patio".

Y, en caso de poder salir al exterior, ponemos a disposición de los niños esos elementos y artículos que hacen del momento uno muy especial; recordad que, en nuestra Escuela, hay dos opciones: patio con suelo hormigonado y el otro: el natural: con hierba

·                Coches y camiones.
·                Tractores.
·                Triciclos.
·                Cubos y palas.
·                Balones.
·                Aros.
·                Cajas grandes...
Sin duda, la zona de hierba que disponemos es tan espléndida, que no cabe duda de que es el lugar favorito de los niños; pocos artículos son necesarios para despertar su imaginación y su creatividad en el juego, cuando la naturaleza se manifiesta tan hermosa.

Después del patio, llega el momento de la comida; uno de esos tiempo extraordinariamente gratos, en el que la convivencia es especial. Llegada la hora de comer, nos dirigimos previamente al baño, donde cada niño se limpia las manos y la cara,  y a continuación se dirigen al comedor. En nuestra Escuela Infantil se considera el momento de la comida como algo más que dar respuesta a una necesidad biológica. Es un acto social y educativo.

Valoramos la comida como momento a cuidar, valorando el acto de comer, como lo que es: momento educativo.

El tiempo de la comida es un momento de la cotidianidad que facilita los encuentros más individuales, entre el educador y el niño.

La comida se puede convertir en espacios de tiempo, de comunicación, donde el niño va a desplegar todas sus habilidades comunicativas, facilitadas por la ilusión del adulto, en que además de comer y alimentarse, puede ser un tiempo de comunicación adulto-niño.

Durante la comida, no se trata solo de ingerir los alimentos sino que también será un momento en el que se producirán encuentros con los demás; entre niños y educadores, surgirán una serie de relaciones sociales y llevará consigo la aceptación de pequeñas normas relacionadas con el acto de la comida.

Desde este punto de vista, se cuida que la comida sea algo relajado, agradable, en el que el niño pueda experimentar los sabores, la textura y los olores de los alimentos. Para ello, cada niño debe tener la oportunidad de experimentar con las manos, utensilios y probar diversas estrategias  para coger los alimentos con la cuchara o pinchar con el tenedor. Actuaciones complejas que necesitan tiempo y confianza.

El proceso de comer para cada niño es al mismo tiempo, individual y social. Individual, porque cada uno tiene sus propios gustos, sus ritmos, su particular apetito. Social, porque la comida es, también, un momento para dialogar con los demás, una oportunidad para comunicarse, para intercambiar gestos y emociones, para colaborar y ayudarse. Por ello, lo importante es el proceso: ensuciarse y comer con las manos forma parte del mismo ya que probar distintos alimentos y hacerlos de manera autónoma es el objetivo, además de alimentarse.

Este importante momento de la comida, en el sector de lactantes (0-1 años) se desarrolla dentro del aula; no en los sectores mayores (1-2 y 2-3 años), puesto que cuentan con comedores independientes, fuera del aula.

Continuando con nuestros momentos cotidianos, después de la comida es tiempo de siesta, aun cuando antes nos dirigiremos al baño. Éste es un momento donde se crean experiencias, vivencias y  comunicación. Los actos de cuidado corporal constituyen un momento privilegiado de encuentro entre el niño y el educador, y del niño consigo mismo, con su cuerpo.



El control de esfínteres es un momento importante, no solo por ser un proceso que requiere una maduración neuromuscular, sino por el componente afectivo y de autonomía que implica.

La higiene personal (lavado de cara y manos…) es un marco esplendido para el desarrollo de la autonomía, de la capacidad de autorregulación, y un recurso importante para crear una imagen positiva del propio cuerpo: 

·                Percibir.

·                Actuar.

·                Conectar con el exterior.

·                Sentir.

·                Hablamos de sus diferencias.

·                Ayudar a que expresen sus ideas y sus sentimientos.

·                Que sean conscientes de ellas.

·                Coordinación con las familias.

·                Proceso individualizado.

·                Acto natural y compartido con los demás.

·                Un paso más en su proceso de madurez.

                  Nuestra Escuela Infantil tiene organizados los baños, además de fuera de las aulas, equipados con los elementos adecuados a la altura y medida de los niños, con espejos situados estratégicamente, teniendo en cuenta estos aspectos tan importantes en el desarrollo del niño.
              
                         Ahora sí, después del baño finalizaremos la jornada yendo a la siesta, en el dormitorio en el que cada
                          niño se tumbará en su colchoneta, para poder descansar y recobrar fuerzas.

                          Para el tiempo del sueño, el dormitorio lo preparamos con las colchonetas, sábanas o mantas, manteni-
                          endo una luz ténue, que oscurezca el entorno, propiciando un lugar más tranquilo y adecuado para el
                          sueño. Así, el sueño será más tranquilo y relajado. 

                          En el dormitorio mantenemos un estricto sentido de la higiene: cada niño tiene su lugar fijo y perma-
                          nente: cunas, en el caso de los más pequeño; colchonetas, para el resto. 

                          El sueño es para los niños una necesidad de orden fisiológico y psicológico.

                          El sueño es primordial en los primeros años de la vida del niño, puesto que durante los primeros años
                          de su vida el niño duerme muchas horas al día y, fundamentalmente, en el primer año de su vida. Con-
                          me los niños van creciendo, reducen el tiempo del sueño y permanecen más tiempo despiertos.

                          ¿Después de la siesta? Esperaremos a que lleguen las familias de los niños para recogerlos en su fina-
                          lización de la jornada escolar; se producirá entre las 15:00 y 16:15 horas. Será el momento de la despe-
                          dida y, con ello, el del contacto e intercambio de informaciones y opiniones con las familias.

                          Esto que os hemos descrito hasta ahora son los momentos cotidianos; los hábitos diarios que desarro-
                          llamos de manera "sistemática", puesto que se repiten en las formas; nada más, porque cada momento
                          siempre es diferente. Y dotarlos de contenido educativo será nuestra labor; que cada tiempo lo sea.

                          Como habréis observado, nos hemos saltado el periodo comprendido entre la finalización del corro y
                          el patio; intecionadamente, porque a ese tiempo de propuestas pedagógicas, le queremos dedicar un es-
                          pacio específico:

                          Las propuestas pedagógicas de juego se desarrollan en las aulas o en los talleres; las aulas son los lu-
                          gares propios donde los niños se encuentran habitualmente elaborando su juego, mientras que los ta-
                          lleres son espacios fuera de las aulas, en los que se propician actividades diferentes.
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